“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, así como canta Serrat, el regalo del viajar es el acercamiento al propio y verdadero ser.
Durante la aventura del viaje, gracias a los encuentros que se producirán en el camino, y al asombro que tanto lo bueno cuanto lo adverso nos presentará, es cuando nos volvemos libres de elegir e interpretar nuestro andar.
El camino hacia el maravilloso Mago de Oz comparte símbolos con el más famoso de los caminos: el de Santiago. El más vistoso es el amarillo color que nos indica la dirección, pero, y aquí está la verdadera magia del andar, el propio descubrimiento es la clave del libro, símbolo universal de todos los caminantes.
Descubrir para descubrirse. Libres y mejores.
El hombre de lata, el espantapájaros de paja, el león cobarde… Personajes que Dorothy nos presenta para darnos a entender que lo más grande y precioso hay que buscarlo justo allí donde el camino nos lleva: hacia Oz, hacia la magia de nuestro corazón.
Vuelve a andar: vuelve a vivir la preciosa aventura del maravilloso Mago de Oz.
Por primera vez en formato Bukkis: el tamaño ideal para seguir caminando, con un mago en el bolsillo.
Con las ilustraciones originales de W.W. Denslow, de la primera edición del 1900.
Cuentamente: cuentos que despiertan la mente.
Nuestra segunda colección la dedicamos a los cuentos y a los relatos, a aquellas historias capaces de acompañar a lo largo de la vida “niños” de todas las edades.
No encontrarás cuentos exclusivamente dedicados a la infancia, porque los cuentos no tienen edad, al revés, su fuerza es justo la de saber transmitir un mensaje llegando directamente al alma, olvidándose de la edad del cuerpo.
En nuestra colección Pinocho corre junto a Cándido de Voltaire, escapando de un Gato Negro de Edgar Allan Poe.
En Cuentamente, Alicia, en su País de las maravillas, encuentra a Gibran y su Profeta.
En los cuentos, los personajes pertenecen a una única y antigua historia.
Una historia que es la nuestra.
Bukkis: la magia de los libros, en tus manos
Si caminamos lo suficiente, alguna vez llegaremos a alguna parte.
Lyman Frank Baum